10 de octubre, día Mundial de la Salud Mental: desmontando el estigma.

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La Federación Mundial de la Salud Mental (WFMH por sus siglas en inglés), lidera el 10 de octubre como día Mundial de la Salud Mental. Y en España, el movimiento asociativo Salud Mental España se adhiere a su misión de concienciarnos sobre la urgencia e importancia de cuidar la salud mental y luchar contra el estigma asociado.

Este año el lema elegido por votación popular ha sido: “La salud mental, un derecho necesario. Mañana puedes ser tú“. A lo largo de toda la geografía nacional, vamos a ver cómo entidades festejan junto a los organismos oficiales este gran lema, que pone el acento en que el acceso y cuidado de la salud mental es un derecho universal. Los datos que se empiezan a conocer postpandemia no hacen más que demostrar, que aún nos queda un largo camino por recorrer. El estigma, las desigualdades, la falta de prioridad de la salud mental en las agendas oficiales, la limitada presencia de profesionales especializados, especialmente los psicólogos en los equipos multidisciplinares son pruebas evidente de ello.

Es curioso cómo funciona el estigma y cómo campa libremente en nuestro imaginario social, por ejemplo, a la hora de hablar de la salud mental con los amigos. ¿Sois de los que os cuesta menos compartir que vamos al médico a consultar cualquier dolencia física, que comentar que estamos pensando en ir a la consulta de una psicóloga? Da la sensación de que confesar que vamos a la psicóloga o que necesitamos ayuda en este sentido, puede activar en el otro todo un elenco cultural de prejuicios, estereotipos y creencias limitantes de difícil gestión, del tipo “eres un débil por necesitar ayuda”, o mejor “qué sensible eres, tú lo que necesitas es echarle …”. Y casi mejor no hacer la prueba, no vaya a ser que…

Como sociedad, ahí está nuestro reto. El ser capaces de sumar para cambiar esas barreras que impiden que la salud mental esté en el mismo orden de prioridades que otras afecciones, reconociendo la valentía de las personas que quieren mejorarla y apostar claramente por ella. Que seamos justos y amables con aquellos que piensan que esto de vivir en esta sociedad hiperinformada e hiperestresada puede tener opciones diferentes al “hasta que el cuerpo aguante”. Que nos guíe el objetivo de poder contribuir a la mejora de una sociedad que apueste por una mayor libertad para elegir el cuidado de nuestra salud mental. Que podamos dedicar tiempo para el cuidado de la salud mental, como se merece, sin sentirnos culpables por ello y que tengamos los medios para hacerlo. Que el crecer como personas, mejorar nuestro autoconocimiento, ser un poquito más amables con nosotros mismos, tener mayor capacidad de consciencia, generar más entendimiento y cuidado en nuestras relaciones sea visto como el gran acto de sabiduría que es. O al menos esa es mi convicción. Es posible desmontar el estigma. Quizá poco a poco. Lo dicho, celebren el 10 de octubre. Y buena salud mental.