¿Ir o no ir al psicólogo?

Sumapsicologia-playa1

Un deseo que tengo por mi forma de trabajo en Suma Psicología es que ir al psicólogo fuera un acto más, una experiencia más en el transcurso de nuestra vida y no algo extraordinario. Como quien va al dentista. No un recurso solo para situaciones críticas, sino un tiempo necesario de calidad y de autoconocimiento que todos deberíamos tener. Y esto no significa que pretenda añadir más patología a la vida cotidiana de la que ya tiene. Simplemente compartir que la psicología funciona y que es esencial para nuestro bienestar. Y si la cosa funciona, como dice el título de la peli de Woody Allen…pues adelante.

Y es que parece que no hay dudas sobre la importancia de cuidar nuestro cuerpo. Pero ¿dedicamos el mismo interés a cuidarnos mentalmente? ¿Cómo gestionamos nuestro estrés?¿Cómo atendemos nuestras emociones?¿Cómo cuidamos de nuestras relaciones y de nosotros mismos?¿Cómo nos hablamos?

La palabra clave aquí es Estigma. Es probable que todavía exista un serio prejuicio sobre lo que supone ir a un profesional de la psicología. Bajo la idea de “no estoy tan mal como para ir a un psicólogo” campa a sus anchas el estigma que conlleva ir a un profesional de la ayuda todavía existente. Y este estigma es el responsable de que muchas veces las personas sufran innecesariamente por no plantearse pedir ayuda especializada. 


Y es que el prejuicio funciona de manera compleja, adoptando diferentes formas, como negación (“yo estoy bien, eso no me afecta”), minimización (“no es para tanto, es lo que toca”) o escape (“creo que ayer me pasé de copas/compras/comida, pero no se va a repetir”). Y en esta autojustificación no nos permitimos preguntarnos por qué a veces tenemos accesos de ira en nuestras relaciones, dolor físico por la tensión acumulada o una serie de hábitos mentales que nos perjudican. ¿Nos lo pensaríamos tanto para ir al médico por una enfermedad física?

Y el problema no es recurrir a estos mecanismos para capear el temporal, (bienvenidos sean en más de una ocasión), sino que estos recursos protectores y distractores solo sean nuestro único recurso para afrontar toda nuestra vivencia emocional. Y esto sí que es un problema que nos va pasando factura en forma de desconexión progresiva de nuestra propia salud mental.

Suma Psicología: tu puerta abierta.

Y es que el ritmo actual de vida no nos lo pone nada fácil. Todo lo contrario. En esta sociedad de tiempos records, listas de tareas y obtención de logros, la importancia de dedicarnos tiempo, de parar para tomar conciencia y tratarnos con cariño, queda relegado a un segundo plano. 

A pesar de ello, cada vez hay más personas valientes que consideran que las cosas pueden ser diferentes.

Si estás pensando en cuidar tu bienestar, mejorar tus relaciones, sentirte más centrado y ecuánime, o simplemente mirarte con otros ojos, quizá sea el momento de tomar la sabia decisión de dar el paso y emprender esa apasionante aventura que es el ir al psicólogo. Ese maravilloso acto de rebeldía que siempre lleva a buen puerto. A tu centro.

Y si piensas que Suma Psicología en Salamanca puede ser tu espacio para lograrlo, yo estaría encantada de acompañarte. Muy buena salud mental.